Baños de Ola (Parte I)

Los baños de ola, enmarca una época floreciente que tuvo Santander a principios del siglo XX y que ha quedado marcada en la vida e identidad de esta ciudad.

Todos los años Santander vuelve la mirada al pasado y a mediados de julio se celebran en el Sardinero los famosos baños de ola.



Cartel sacado de la web del Ayuntamiento de Santander




Todo comienza 1912 cuando el Ayuntamiento de Santander entrega las llaves del Palacio de la Magdalena al rey Alfonso XIII., desde ese día y hasta 1930, pasaron sus veranos en Santander seguidos de la corte madrileña y la aristocracia nacional. Santander reconvierte en una ciudad balneario de Europa, pero fue a principios del siglo XX cuando se convierten en un verdadero reclamo y cita inexcusable en los meses de verano para las personas más influyentes de España.


LOS BAÑOS DE OLA, según cuentan eran buenas para los Asmáticos, deprimidos y afectados por problemas circulatorios pueden beneficiarse de las aguas como una fuente de salud.

Pero aunque parece algo sin más, requiere una técnica:

• No debía realizarse hasta dos días después de la llegada a la ciudad, se haya aclimatado al nuevo ambiente.
• Las horas de baño son entre las diez y las cinco de la tarde, con marea alta, ya que el agua esta caliente, más limpia y próxima, y las olas son más numerosas.
• No debe tomarse en reposo, sino precedido de un ligero ejercicio físico o de la exposición al sol.
• La inmersión en el mar debe ser completa y rápida, así la sensación de escalofrío se reduce.
• No excederá de los veinte minutos.
• Frotarse rápidamente con una toalla seca.
• Es necesario realizar algún ejercicio suave muscular.