Aprendemos unos de otros, compartimos mesa y barra de bar, risas, anécdotas, herramientas, coches, hasta bocadillos.
Aislados del mundo en dos localizaciones mágicas perdemos la noción del tiempo y juntos creamos imágenes en la oscuridad, jugamos con luces, nos sorprendemos y disfrutamos como niños
 Esferas realizada en el taller por el Niño de las luces 
Personaje creado e iluminado por el Niño de las Luces 
Foto iluminada por el Niño de las Luces
Volvemos a casa con un buen puñado de buenos amigos, con la mente hirviendo de nuevas ideas, impacientes por poner en práctica lo aprendido, cansados pero satisfechos.
Se puede pedir mas?. Gracias a todos.








 
 
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